“La vida es como un prisma. Lo que ves depende de cómo gires el cristal”[1].

Mi primera experiencia con la MAPE en campo tuvo lugar en Sierra Leona en 2004. Había viajado en avión, helicóptero, y en vehículos todoterreno para llegar a Koidu desde Vancouver con el objetivo de hacer un análisis de medios de vida sostenibles en cadenas de suministro de minería artesanal de diamantes. Mi intención era usar este análisis como base para evaluar si la iniciativa “Diamantes de Paz” planeada por el Programa de Manejo Integrado de Diamantes, financiado por USAID, cumpliría con su promesa de paz y prosperidad para los mineros y comerciantes de Kono.

El de medios de vida sostenibles era un lente brillante a través del cual comprender las motivaciones y perfiles de riesgo de los mineros y comerciantes, al igual que los beneficios que la MAPE brindaba a ellos y sus familias. Sin embargo, he aprendido con los años que un enfoque de medios de vida como marco para generar soluciones es peligroso. ‘Es necesario encontrar medios de vida alternativos para los mineros’ es algo que escucho todo el tiempo en situaciones de conflicto, por ejemplo en el manejo de relaciones entre gran y pequeña minería. Ahora atiendo ese tipo de declaraciones con un gran escepticismo. Mirar la MAPE a través de un lente de medios de vida sostenibles, sin usar otros filtros, puede derivar en intervenciones ingenuas y condescendientes, que nieguen la voluntad de los mineros y su capacidad de decidir.

La mayoría de los mineros artesanales que he entrevistado, ya sean profesionales, ocasionales, temporales o estén apenas iniciándose en la actividad, se dedican a la minería como una salida o una vía para mejorar su situación, y como su medio de vida preferido. Es posible hacer más por respetar su decisión y tratar de entender por qué la minería es la mejor opción en sus mentes. Sólo entonces podremos capacitar a los mineros para que construyan futuros resilientes para ellos y sus comunidades.

En ELL, utilizamos un conjunto de lentes y filtros para evaluar la situación de la MAPE. Por lo general, estos incluyen: Medios de Vida Sostenibles, Desarrollo Sostenible, Economía Política, Derechos Humanos, de Cumplimiento, de Mercado, y lentes de Seguridad Humana. Al poner de relieve algunos de ellos, quiero ilustrar cómo estos diferentes lentes trabajan juntos para desdoblar los porqués, y al hacerlo, conducir a soluciones con mayores probabilidades de éxito.

En 2004, mientras estaba en medio de mi maestría, pensaba en la MAPE como un ‘problema’ del desarrollo: elementos presentes en ella como el trabajo infantil, el trabajo forzoso, la violencia, la criminalidad, la devastación del medio ambiente, la lista sigue y sigue, me hacían pensar de esa forma. Aún tengo muy presentes en mis análisis esos desafíos, sin embargo, también tomo en cuenta las diferentes escalas de impacto que tiene sobre las personas que trabajan en el sector minero, sus familias, sus comunidades y sus naciones (ahora y en el futuro). Si bien la MAPE es, sin duda, una cuestión relacionada con el desarrollo, ahora veo estos aspectos sociales y ambientales negativos como las concesiones que se hacen a cambio de una enorme oportunidad de desarrollo económico, la cual los mineros reconocen (y es por esto que se dedican a la actividad) y es bloqueada en su potencial por malas políticas, capacidades limitadas y barreras que se imponen al desarrollo de mercados responsables.

Una forma de liberar el poder de Desarrollo Sostenible del sector MAPE es fortaleciendo las capacidades comerciales de los mismos mineros. La profesionalización es un contrapunto fundamental a través de la lente de los Medios de Vida Alternativos. Muchos de los individuos que hacen parte del sector MAPE son obreros que llegaron a ser mineros por razones de subsistencia; no todos quieren tomar riesgos, y algunos preferirían la ‘seguridad’ de un trabajo asalariado regular, sin embargo, muchos otros son empresarios: especulan a través del comercio de minerales con el objetivo de acumular poder y riqueza y/o recaudar capital para invertir en otros negocios. Un análisis de  medios de vida puede revelar esto, pero no dará las herramientas necesarias para hacer frente a esa realidad.

Los mineros empresarios necesitan aprender a ser mejores negociantes. Esto significa aprender a evaluar y mitigar riesgos de manera sistemática, mantener sus libros y contabilidad al día, conservar liquidez y poder acceder al sector financiero, organizarse impulsando la eficiencia, y ejercer la minería de manera que se utilicen los recursos productiva y rentablemente. Enseñar a los mineros y comerciantes a ser mejores negociantes también ayuda a otros sectores económicos, ya que las personas en el sector de la minería a menudo tienen otros medios de subsistencia a los que pueden aplicar sus aprendizajes del negocio de los minerales [2] . Todo esto hace parte de la profesionalización del sector y es de suma importancia para el alcance de su potencial económico.

Por supuesto, la forma en que se realice esta profesionalización debe partir de las expectativas del mercado. Las empresas ubicadas hacia debajo de la cadena están vigilando cada vez más de cerca los riesgos de la delincuencia de cuello blanco y las posibles violaciones a los Derechos Humanos en sus cadenas de suministro gracias a los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos y a la Guía de Debida Diligencia de la OCDE. Esto hace que el abastecimiento desde la MAPE sea más riesgoso en términos reputacionales, y más costoso. Ayudar a la MAPE a acceder a nuevos mercados y, particularmente a negocios responsables, ayudará a liberar a los mineros empresarios de relaciones comerciales que prolonguen la informalidad y/o la explotación abusiva. Es así como un análisis desde la cadena de suministro y el mercado puede ofrecer un importante acercamiento sobre los tipos de dependencias comerciales a los que se enfrentan las organizaciones MAPE.

De manera complementaria, un análisis desde la Economía Política de la cadena de valor, revela la distribución de las (des)igualdades entre diferentes categorías de individuos, hogares y comunidades, y expone a los ganadores y perdedores, así como los intereses creados. Un acercamiento de este tipo plantea preguntas como: ¿Quién está obteniendo qué de esto y a expensas de quién? ¿Qué tienen que hacer para mantener ese privilegio?

Estas preguntas de corte político conducen al campo de la Gobernabilidad y los Derechos Humanos. Los gobiernos donantes y de países productores a menudo enmarcan el problema de esta forma: hay que mejorar la gobernanza para permitir la formalización y, como resultado, aumentar los ingresos para el Estado. Yo me acerco a esta cuestión de una manera diferente: preguntando por las razones detrás de la informalidad y, en particular, qué factores políticos, comerciales y culturales determinarán si y cómo un minero podrá operar formalmente.

Uno de los mayores obstáculos para la formalización de la MAPE es la ausencia de voluntad política; un acercamiento basado en Derechos puede nutrir esta voluntad de manera bastante asertiva. He sido testigo del poder en  acción de un Enfoque Basado en Derechos Humanos en el proyecto Mongol y de la Agencia Suiza de Cooperación sobre Minería Artesanal Sostenible (SAM). Hay muchas cosas positivas en este enfoque, pero una de las más significativas es que los agentes del Estado toman conciencia de que su trabajo no tiene que ver solo con tareas ejecutivas y de implementación, sino que también es su deber proteger los Derechos Humanos de la población y de los mineros del sector MAPE como ciudadanos[3]. Esto transforma a los agentes estatales de controladores a facilitadores, creando una cultura política muy diferente. Esto puede ser enormemente enriquecedor para los mineros en su calidad de ciudadanos capaces de reclamar sus derechos. También puede ser un factor de empoderamiento en la profesionalización de los emprendimientos MAPE al ayudarles a empezar a comprender la responsabilidad que tienen de respetar los derechos de los demás.

Cualquiera de estos filtros ofrece una perspectiva valiosa sobre la situación de la MAPE. Pero cuando los usamos de manera combinada, podemos ser más capaces de generar soluciones pragmáticas, con más posibilidades de ganar fuerza y generar impactos para la MAPE y sus grupos de interés. Un enfoque de múltiples lentes es necesario para entender el panorama de oportunidades y restricciones en el que los mineros se mueven, y permite también formular soluciones que sean respetuosas de los mineros en tanto que agentes de su propio destino. Y cuando esto suceda, llegará el verdadero cambio.

 


[1]Frase de Jonathan Kellerman.

[2]No olvidemos que los sectores de oro y piedras preciosas frecuentemente estan integrados en otros sectores, ya que los minerales preciosos sirven como efectivo o para gestionar beneficios para las empresas de importación y exportación.

[3]Agradezco a Felix Hruschka por esta observación.

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