Por: Daniel Acevedo. Líder de Proyectos Colombia – Alliance for Responsible Mining
A un mes de la posesión de los nuevos gobernantes en los departamentos y municipios DE Colombia, la Alianza por la Minería Responsable – ARM hace un llamado a la inclusión de la Minería Artesanal y de Pequeña Escala (MAPE) como un factor del desarrollo regional y local en los planes de desarrollo municipales y departamentales.
La mitad del oro explotado formalmente en Colombia pasa por las manos de mujeres y hombres que con bateas remueven las arenas buscando un brillo de oro que les mejore sus vidas. Los primeros cuatro meses de este año son cruciales para estas comunidades en tanto se formulan, presentan y aprueban ante concejos y asambleas departamentales los planes de desarrollo que marcarán la ruta entre el 2024 y el 2027. Las estrategias que allí se establezcan, así como las partidas presupuestales y la capacidad institucional que se defina, serán determinantes para avanzar en el reconocimiento e inclusión de la MAPE como una actividad económica, social y cultural determinante para la vida de una importante porción de la población colombiana.
La MAPE en Colombia: una labor de subsistencia
Lo que comúnmente conocemos como minería artesanal es definida en Colombia como minería de subsistencia, y comprende según el Decreto 1666 de 2016 a “(…) la actividad minera desarrollada por personas naturales o grupo de personas que se dedican a la extracción y recolección, a cielo abierto, de arenas y gravas de río destinadas a la industria de la construcción, arcillas, metales preciosos, piedras preciosas y semipreciosas, por medios y herramientas manuales, sin la utilización de ningún tipo de equipo mecanizado o maquinaria para su arranque.”
El mismo Decreto precisa que “En la minería de subsistencia se entienden incluidas las labores de barequeo y las de recolección de los minerales mencionados en este artículo que se encuentren presentes en los desechos de explotaciones mineras, independientemente del calificativo que estas últimas asuman en las diferentes zonas del territorio nacional.”
En resumen, la minería de subsistencia la llevan a cabo las personas – en su mayoría mujeres- que ejercen labores de barequeo por un lado, y por el otro quienes desarrollan la recolección de minerales desechados o de bajo interés para los explotadores mineros de mayor escala.
Esta tipología de minería no requiere título o concesión minera, por lo tanto no requiere el trámite de licencia ambiental o de un instrumento técnico específico para la explotación del mineral, sin que esto exima a la persona del cumplimiento de los volúmenes máximos de producción y las obligaciones tributarias y ambientales del caso, incluyendo la prohibición del uso del mercurio.
Las alcaldías municipales tienen una alta responsabilidad y obligaciones con la minería de subsistencia o artesanal al ser de su competencia el desarrollo de acciones que aporten en la formalización de las actividades mineras de esta población mediante su oportuno registro ante la plataforma Génesis de la Agencia Nacional de Minería en articulación con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN).
Por su parte la minería de pequeña escala, definida también en el Decreto 1666 de 2016, es considerada como tal si el título minero en fase de exploración o de construcción y montaje comprende un área menor o igual a 150 hectáreas.
En la etapa de explotación, y para el caso puntual de metales preciosos como el oro, es de pequeña escala si el volumen de producción minera máxima anual no supera las 15.000 toneladas para minería subterránea o hasta 250.000 m3 si es a cielo abierto. La autoridad ambiental de la minería de pequeña escala son las corporaciones autónomas regionales, que también inician cuatrienio a la par de gobernaciones y alcaldías, jugando un papel clave en materia de fortalecimiento del sector MAPE.
La producción de oro responsable en Colombia: una oportunidad para el desarrollo regional
Es aquí en donde cobran gran importancia los actuales ejercicios de formulación y aprobación de los planes de desarrollo. Una mirada a nivel departamental ayudará a dimensionar la importancia de esto. Según la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), la mayor cantidad de títulos mineros que se hallan en etapa de exploración se ubican geográficamente en su mayoría en Antioquia, Chocó, Bolívar, Tolima y Córdoba. En etapa de construcción y montaje, la mayor cantidad de títulos mineros, especialmente asociados a escalas de pequeña y mediana minería están en Chocó, Bolívar, Tolima, Antioquia, Caldas y Guainía, y en menor cantidad en Cundinamarca, Boyacá, Risaralda, Cauca, La Guajira, Córdoba, Magdalena, Putumayo y Atlántico. Los departamentos con mayor producción de oro son por su parte Antioquia, Chocó, Nariño, Bolívar, Cauca y Caldas.
A nivel nacional los mayores volúmenes de oro son extraídos por mineros de subsistencia, con un 49,20% proveniente de barequeros y 0,07% por seleccionadores. La otra mitad del oro formal reportado en el país está siendo explotado por la minería de pequeña, mediana y gran escala.
Estos datos deben llamar la atención a los gobernantes locales y regionales, a los concejos municipales y asambleas departamentales para que tomen decisiones y acompañen a las comunidades mineras artesanales y de pequeña escala a superar las barreras existentes para el desarrollo de su actividad.
Los mecanismos y requerimientos en materia de formalización, el impulso a la asociatividad, el desarrollo de prácticas mineras sustentables con el medio ambiente y las comunidades, la eliminación definitiva del uso del mercurio, el apoyo financiero y la bancarización minera, el pago de precios justos, el fortalecimiento de la gobernanza minera, entre otros, son asuntos que deben entrar en las agendas de los gobernantes para los próximos cuatro años.
En la Alianza por la Minería Responsable cumplimos 20 años trabajando por transformar el sector de la MAPE en una actividad social, económicamente sostenible y ambientalmente responsable, al tiempo que mejoramos la calidad de vida de los mineros artesanales, sus familias y sus comunidades.