Minería artesanal y la resiliencia de comunidades desplazadas

Descubre la historia de Djeneba Sawadogo, original de Kelbo, Burkina Faso.
 

Photo credit: ARM

Mi nombre es Djeneba y tengo 32 años. Estoy casada y soy madre de 3 niños. Nací en Kelbo (provincia de Soum), situado en la región de Sahel, dentro del país Burkina Faso.

Debido a la crisis de seguridad en Kelbo, mi familia y yo tuvimos que huir varias veces, escapando de ataques armados. Primero, nos mudamos a Kaya (provincial de Sanmatenga), al noroeste de la región. Después, fuimos a Gaoua, más exactamente a este lugar: Ourbi. Llevamos aquí menos de un año. Mi marido vive con nosotros, pero trabaja en otro lugar, también en el sector de minería artesanal. En mi ciudad solíamos criar ganado, pero aquí en Ourbi resulta imposible.”

Burkina Faso, hasta entonces a salvo de los ataques terroristas por parte de la banda sahariana de Sahel, entró en el grupo de países afectados por terrorismo en 2015, tras el atentado a la oficina de correo de la comunidad de Oursi. Desde este momento, los que solían ser pacíficos amaneceres en la región de Sahel no han sido los mismos.

Especialmente para “Djeneba” (nombre ficticio) y su familia, cuyos días los dedicaba a  las actividades del hogar y a la ganadería, serían reemplazados por el miedo y el resonar de las balas emitidas por desconocidos en motocicletas y ocultos detrás de sus turbantes.

Este permanente sentimiento de inseguridad se intensificó a finales del 2016 con la formación del movimiento Ansarul Islam, bajo la guía del Imam Ibrahim Malam Dicko, en la provincia de Soum (region donde nació “Djeneba”).

La persistencia de los ataques yihadistas ha erosionado la autoridad y presencia del Estado en las áreas afectadas; así como en la comuna rural de Kelbo, originando un flujo de personas desplazadas hacia áreas relativamente más tranquilas. 

Kelbo se encuentra entre las localidades que registran un número mayor de desplazados: alrededor de 2720 en 2019 según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los RefugiadosMiles de burkineses huyen de la violencia y muerte de su lugar residencia, buscando refugio en otras partes del país.  Este es el caso de “Djeneba”. Ella y su familia se vieron obligadas a huir de su aldea para escapar de los ataques de grupos terroristas armados.

El equipo de la Alianza por la Minería Respinsable (ARM) la conoció durante una visita al enclave de minería artesanal de Ourbi, situado a más de 500 km de Kelbo. Agachada y lavando el aluvión en un recipiente, “Djeneba” se mostró reacia a escuchar las primeras palabras del equipo. Después de algunas bromas, se sintió lo suficientemente relajada y confiada para abrirse con nosotros.

 

“Djeneba” estaba contenta con su vida en Kelbo, antes de la llegada de grupos armados. Ella habla sobre ello con nostalgia y llena de buenos recuerdos.

Cuando llegué a Ourbi, rápidamente encontré mujeres que trabajaban en la minería. Para tener algo qué comer y no estar sin hacer nada, decidí comenzar con esta actividad.

“No da mucho dinero, pero es mejor que nada. Si todo va bien, puedo ganar 5000 F CFA (~9 US$) o incluso más. Si no, unos 1000 F (menos que 2 US $), aunque a veces nada.”

Como otras mujeres, equipada con cubo y balde, Djeneba escarba en la tierra y, mediante un proceso denominado “aventación”, separa las piedras del agua y de las pepitas de oro. Con suerte, consigue encontrar algunos gramos de oro.

Repite y repite el proceso hasta encontrar la suficiente cantidad del preciado metal, para poderlo vender a compradores del mismo lugar. 

“No tenenos equipamiento a nuestra disposición. ¡Mira! Sólo tengo este cubo y plato para trabajar, como el resto de mujeres. El mismo cubo que ves, luego lo reutilizo en casa para tareas del hogar. Creo que si tuviésemos las herramientas adecuadas, como picos, palas y contenedores, podríamos trabajar más y mejor. Todo lo que consigo es, simplemente, para vivir. Es una situación difícil, pero esperamos que todo mejore.”

Con esta frase finaliza la conversación con Djeneba.

Cabe destacar que en la mayoría de emplazamientos de minería artesanal existen mujeres realizando el mismo trabajo que Djeneba. Una tarea poco productiva, la cual solo permite ganar para subsistir y desear un futuro mejor.

 

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