Lecciones aprendidas en los territorios, pautas para no fracasar en el intento de restaurar y aportes a programas nacionales en contra del cambio climático.
Este blog es el primero de una serie de dos.
Históricamente, la pequeña minería no se ha desarrollado siguiendo un planeamiento del territorio o evaluando los usos del suelo, por lo cual, actualmente vemos que gran parte de estos proyectos se desarrollan en inmediaciones de ecosistemas boscosos, corredores biológicos y hábitat de diversas especies de fauna y flora. Si bien la minería artesanal y a pequeña escala no genera los grandes y significativos impactos ambientales de la minería a gran escala, sí tiene un potencial importante para aportar a la conservación de las funciones ecológicas de sus entornos y evitar impactos ambientales acumulados.
En este blog se recopilan los enfoques que aplican los mineros/as que hacen pequeña minería y algunas pautas para no fracasar en el intento de restaurar, basadas en experiencias exitosas evidenciadas, así como en lecciones aprendidas en los territorios. Daremos un breve vistazo al aporte que desde la pequeña minería se puede hacer para el cumplimiento de agendas y programas nacionales contra el cambio climático, a través de buenas prácticas.
Recuperación: restauración y adaptación
En el marco de la agenda global para el cambio climático, se tiene como punto prioritario que, las estrategias de recuperación de condiciones de los ecosistemas deben enfocarse tanto en la restauración como en la adaptación al cambio climático. Para lo cual, desde la pequeña minería se pueden implementar diferentes acciones, dependiendo de la zona, los recursos económicos y humanos disponibles y las extensiones de área. Las dos líneas prioritarias son:
- Mantenimiento de los ecosistemas actuales
- Restauración de ecosistemas degradados
Estos enfoques se trabajan en pequeñas operaciones mineras, así:
1. Mantenimiento de los ecosistemas actuales
Esta línea se trabaja desde el ámbito gubernamental, con la delimitación de áreas protegidas, sin embargo, dentro de proyectos de pequeña escala se desarrollan acciones no solo de conservación[1], sino de preservación[2]; acciones sencillas como:
- Delimitación o cercado de las áreas a conservar.
- Sensibilización de los trabajadores en la biodiversidad existente.
- Prohibición de actividades de caza.
- Evitar intervenir con el proyecto áreas mayores a las estrictamente requeridas, y
- Cuando sea posible, elección de vías y métodos de acceso menos impactantes (transporte).
Estas son acciones que pueden aportar a mantener los ecosistemas actuales, que, aunque fragmentados, aún suponen una fuente de sustento para especies más allá de los árboles y, con el tiempo, pueden fomentar procesos de regeneración natural.
¿Qué opciones de manejo adicionales se recomiendan?
Según lo evidenciado en la práctica, el establecimiento de especies nativas en procesos de restauración de áreas mineras degradadas a veces se hace tedioso y costoso, debido a sus altas exigencias de agua y nutrientes y su sensibilidad a las condiciones del suelo. Sin embargo, se pueden tomar acciones:
- La disposición de compost proveniente de los residuos orgánicos generados en la mina, así como las aguas residuales domésticas tratadas (para el enriquecimiento de nutrientes en el suelo en el límite entre la zona de bosque y el área minera) ayudan casi de manera frugal a la revegetación de estas áreas. En caso de que se posibilite la asesoría de entes gubernamentales, se pueden definir algunas especies pioneras[3] y realizar la siembra
2. Restauración de ecosistemas degradados
Esta es un paso obligatorio del proceso minero en la mayoría de normatividades aplicables al sector, y en la minería artesanal y de pequeña escala se desarrolla por lo general de dos maneras:
- Proceso natural: puede ocurrir en ocasiones, cuando se ha retirado inicialmente y conservado el material de descapote[4] y se vuelve a disponer sobre el nivel final de suelo, ocurre porque desaparece la presión (minería) sobre el área y se conservan algunos nutrientes y propiedades del suelo.
- Reforestación: mediante siembra de plántulas de árboles. En esta última, incide negativamente la creencia de que una siembra extensiva de árboles, sin distinción de especie, restaura las condiciones y funciones ecosistémicas de la zona. ¡Es importante informarnos sobre qué especies son compatibles con la zona!
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[1] Medidas de manejo
[2] No intervención de áreas, ‘preservar’ estado natural
[3] Especies resistentes que ‘preparan’ entornos hostiles para la posterior llegada de otras especies nativas.
[4] Capa vegetal y horizonte orgánico de suelo, retirados para el inicio del proceso de explotación o para el establecimiento de botaderos.
Diana González Jiménez
Especialista en Gestión Ambiental en la Alianza por la Minería Responsable