(c) Fotografías de Maribel Marquez

La minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) no se desarrolla de la misma manera en todos los lugares donde se realiza la actividad, sino que depende de los conocimientos que se tengan para su desarrollo.

La Alianza por la Minería Responsable (ARM) realizó una investigación focalizada en la identificación de buenas y malas prácticas mineras en los bosques colombianos para la empresa social y de consultoría Levin Sources. Este proceso tiene la intención de relacionar las condiciones en las que se desarrolla la minería en sitios específicos, describir si este desarrollo genera impactos en el medio ambiente y cuál es la manera de controlarlos, además de relacionar los aportes o inconvenientes que se presentan a la hora de aplicar la normatividad vigente. Este trabajo se desarrolló como dos estudios de caso en los departamentos de Chocó y Caldas y se realizó a lo largo de un mes. Los resultados se obtuvieron por medio de dos consultoras, Claudia Franco y Laura Cortés, y un coordinador del equipo de ARM, Jairo Alonso Cardenas.

El Estudio de Caso fue desarrollado en el marco de un proyecto global de Levin Sources, financiado por el World Bank Program for Forests (PROFOR), y que busca identificar buenas y malas prácticas en la MAPE en paisajes forestales (Forest-Smart mining: identifying good and bad practices of ASM in forest landscapes).

En el caso de Caldas, se tomó como caso de estudio la Sociedad Minera La Cascada por su experiencia realizando buenas prácticas mineras. La organización minera La Cascada está certificada desde 2017 con el Estándar de Minería Justa Fairmined. En la región de Chocó, se tomó como caso información suministrada por el Consejo Comunitario COCOMACIA, que desarrolla minería en la región del cauce del Río Atrato, entre los municipios de Bebará y Bebaramá.

Los aportes encontrados en el desarrollo de este estudio indican que existen diferentes obligaciones de requisitos ambientales para la minería y que esto depende de: los lugares donde se desarrolla la actividad minera y del seguimiento que las autoridades realizan para la verificación del cumplimiento de estas condiciones. Además, también se destacó que la MAPE no se desarrolla de la misma manera en todos los lugares donde se realiza la actividad, sino que depende de los conocimientos que se tengan para su desarrollo. Por último, el estudio refleja buenas y malas prácticas, no solo mineras sino también regulatorias, que permiten o retrasan la posibilidad de realizar una minería responsable.

Aquí pueden ver las consultorías que ha realizado ARM para contribuir en el conocimiento del sector de la MAPE.

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