El programa MIT D-Lab Inclusive Economies  y la  Alianza por la Minería Responsable se han unido para lanzar un programa de dos años que aborda la violencia de género que afecta a las mujeres involucradas en la extracción de oro artesanal y en pequeña escala en la región de Antioquia, Colombia.

 

 

El proyecto utiliza un enfoque innovador de construcción de movimientos para fomentar las asociaciones de mujeres mineras y la defensa local para abordar la violencia social y económica basada en el género, en las comunidades mineras de los Andes, Zaragoza, Nechí y El Bagre en Antioquia, Colombia.

>> La vida y los desafíos de las mujeres mineras artesanales y de pequeña escala en Antioquia

La minería artesanal y en pequeña escala representa el 60 por ciento de toda la extracción de oro en Colombia. Dado que la minería se considera tradicionalmente una actividad masculina, las mujeres representan solo el 5% de la fuerza laboral minera oficial. Las mujeres mineras de los municipios del Bajo Cauca y los Andes suelen realizar actividades periféricas, como la extracción de oro y la recolección de residuos que los mineros descartan para extraer el oro sobrante. Estas actividades requieren poca o ninguna calificación, reciben un reconocimiento económico o social limitado y, a menudo, son explotadas por intermediarios. Dada la informalidad de este sector y el rendimiento financiero limitado, las mujeres que trabajan en la minería artesanal y en pequeña escala generalmente aumentan sus ingresos a través de negocios informales de alimentos, trabajo agrícola estacional y sexo transaccional, entre otros. Para algunas de estas mujeres, el acoso, la violencia sexual.

 

>> Crear un espacio seguro para la acción colectiva a través del diseño conjunto y las habilidades de promoción

Aprovechando este impulso y su experiencia combinada, ARM y MIT D-Lab están trabajando para construir un espacio seguro para la acción colectiva y mejorar el diseño y las habilidades de defensa de las mujeres mineras, buscando el camino para que las mujeres mineras se organicen en asociaciones, identifiquen desafíos específicos e implementen una hoja de ruta de promoción para abordar la violencia de género y la degradación ambiental en sus comunidades. Empoderar a las mujeres para que aboguen por el reconocimiento de su papel económico en la cadena de valor de la minería, también aprovechará su capacidad para organizarse contra otras formas de discriminación y violencia de género.

 

>> El plan: evaluación de necesidades y riesgos, capacitación e intercambio de aprendizaje y herramientas.

El proyecto comenzará con una evaluación de riesgos y oportunidades, detallando las barreras para que 50 mujeres mineras participen en los mercados formales, utilizando el proceso CRAFT de ARM, un pasaporte a los mercados formales. Las siguientes actividades incluyen el refinamiento de la metodología de capacitación y el plan de estudios que combina la narrativa pública, la creación de capacidad creativa y la creación de capacidad de promoción.

 

>> Los objetivos: asociaciones mineras y un conjunto de herramientas

Al final del proyecto, el equipo apunta a haber apoyado el desarrollo de dos o tres asociaciones de mujeres mineras para trabajar en la violencia de género socio económica y los desafíos ambientales en el Bajo Cauca y los Andes y haber publicado un conjunto de herramientas sobre la construcción de movimientos para mujeres dedicadas a industrias extractivas.

 

Desafío RISE

La Alianza por la Minería Responsable hace parte de este proyecto, al ser una de las organizaciones ganadoras del Desafío RISE (conocido como el RISE challenge en inglés, por las palabras: entornos resilientes sostenibles e inclusivos), propuesto por USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional del gobierno de Estados Unidos de Norteamérica) en el 2019. Este desafío buscaba identificar y financiar la aplicación innovadora de enfoques para abordar la violencia de género a través de programas que trataran sobre el acceso, uso, control y gestión de los recursos naturales.

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