En el marco del proyecto Somos Tesoro, durante el mes de julio, se realizaron varias actividades dirigidas a promover la equidad de género en el sector de la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) en Boyacá, Colombia.

En coordinación con la Secretaría de la Mujer de Sogamoso, se realizó un taller sobre derechos de las mujeres y la ruta de acción y atención a violencias de género con un grupo de 15 mujeres mineras de Tópaga, Mongua, Sogamoso y Gámeza. La metodología consistió en una galería didáctica y varias dinámicas participativas donde las mujeres fueron identificando sus derechos como mujeres y cómo hacerlos respetar mediante la ruta de acción y atención.

Más adelante, también en coordinación con la Secretaría de la Mujer de Sogamoso, se realizó un taller de nuevas masculinidades con 35 mineros del mismo municipio. En este, los mineros reflexionaron acerca de los roles y estereotipos masculinos y cómo lograr una mayor equidad tanto en el sector de la MAPE como en sus familias.  Para ello se debatió y reflexionó acerca de las relaciones de género en la MAPE, en sus comunidades y en sus familias, profundizando en temas como la infidelidad, las identidades de género diversas, la violencia intrafamiliar y el acoso sexual, entre otros. A pesar de que para muchos mineros este tipo de dinámicas eran nuevas, lograron un diálogo asertivo en el que muchos prejuicios y supuestos fueron derribados, motivando una visión diferente de la masculinidad en el sector minero.

Finalmente, se realizó un taller de intercambio de experiencias entre mujeres mineras de carbón de la provincia de Sugamuxi (Boyacá) y mujeres mineras de oro del Nordeste antioqueño (Segovia y Remedios). En este, se compartieron vivencias y sentires acerca de lo que supone ser mujer minera y los obstáculos que se encuentran por serlo. El intercambio tuvo momentos emotivos, donde mineras de ambos departamentos compartieron percepciones similares: muchas se identificaron en ser mujeres mineras, calificándose de igual manera como mujeres valientes, libres, luchadoras, comprometidas y con vocación. Respecto a los obstáculos compartidos, las mineras coincidieron en que el machismo, común en el sector, se expresa de diferentes formas que les impiden obtener el suficiente reconocimiento y participación, a la vez que presenta situaciones de discriminación, violencias y obstaculiza el acceso pleno de las mujeres a ciertas labores. Un aspecto llamativo y común en todas ellas es que se calificaron a sí mismas como orgullosamente mineras.

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