(c) Fotografías: Lise Remon, ARM, Eduardo Martino (por orden)

El sector de minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) enfrenta muchos problemas, y muchas veces las experiencias positivas no son difundidas. Gabriela Flores analiza como la comunicación efectiva puede ayudar a las comunidades mineras a aprender de las buenas prácticas que sus colegas vienen desarrollando.

“Queremos ser considerados por lo que estamos haciendo”, fueron las primeras palabras que un asesor ghanés de minas de oro de pequeña escala me dijo en una entrevista reciente. Viniendo de alguien que viaja de una mina a otra para ayudar a operarios en la rehabilitación de tierras después de la explotación, sus palabras tenían un peso especial.

En un país como Ghana donde la minería de pequeña escala es sinónimo de degradación ambiental, explotación laboral y prácticas inseguras, no es sorprendente escuchar que el buen trabajo pasa, en gran parte, desapercibido. Pero este desconocimiento de las buenas prácticas del sector se extiende a la mayoría de países dónde la MAPE es una actividad económica importante.

¿Esta falta de difusión de buenas prácticas podría privar a los mineros de la MAPE y a las comunidades de la oportunidad de aprender y mejorar?

La informalidad, las constantes discrepancias y los bajos niveles de confianza son frecuentes en el sector de la MAPE.  En el IIED (por sus siglas en inglés), creemos que uno de los antídotos para esta situación preocupante es la comunicación efectiva.

Está claro que el sector informal carece de información precisa y confiable. Esto incluye datos sobre geología, disponibilidad de yacimientos, licencias, acceso a financiamiento y a conocimientos sobre buenas prácticas. Aunque esta información existe, por lo general es difícil acceder a ella.

Una y otra vez escuchamos que existen muchas iniciativas diseñadas para fortalecer y mejorar la MAPE, pero aquellos involucrados en el sector no siempre saben quién está haciendo qué, qué está funcionando bien y – fundamentalmente – que no está funcionando. Esto frustra el potencial para lograr la colaboración entre actores y para generar nuevos proyectos pilotos exitosos.

El programa de diálogo de la MAPE del IIED (IIED ASM dialogues programme) ha estado trabajando por dos años para lograr que una amplia variedad de actores se unan y colaboren. El objetivo es ayudar a transformar al sector en un motor del desarrollo sostenible local – porque tiene el potencial para serlo.

Basados en investigaciones centradas en soluciones, los actores clave de cada pais participante desarrollan agendas para el cambio que apuntan a empoderar a los mineros y comunidades, mejorar la gestión y crear un ambiente laboral más seguro. El primer diálogo fue en Ghana (first dialogue was in Ghana), seguido por el diálogo en Tanzania (dialogue in Tanzania), en noviembre pasado. La comunicación efectiva y el compromiso de los actores clave son fundamentales para el éxito del programa.

Contando las ‘historias de cambio’

Una de las lecciones más importantes que hemos aprendido es la necesidad de hacer más por compartir las buenas prácticas que existen en el sector, lo que llamamos “historias de cambio”. Estas incluyen testimonios personales que muestran cómo los mineros artesanales y de pequeña escala contribuyen en el desarrollo sostenible, trabajan profesionalmente y crean mayores oportunidades para las comunidades aledañas.

Reportajes sobre buenas prácticas por sí mismos no pueden transformar un sector que surge de la pobreza e informalidad en uno que sea productivo, igualitario y sostenible. Pero pueden inspirar cambios.

A continuación, les presentamos cuatros lecciones que hemos aprendido al recopilar estas ‘historias de cambio’.

1. Usar datos para demostrar cómo la MAPE contribuye al desarrollo sostenible

Existe un amplio consenso que asegura que la MAPE puede ser un motor importante de desarrollo sostenible, particularmente en algunas de las comunidades más pobres del mundo. Sin embargo, cómo se viene desarrollando realmente o por qué este sector que amerita apoyo no es ampliamente conocido ni reconocido.

Empecemos por los conceptos básicos. La contribución actual de la MAPE a la producción nacional minera y las cifras de empleo local no son generalmente parte del saber popular sobre el sector. En muchos casos, esta información tampoco se puede encontrar fácilmente.

Una buena estrategia de comunicación puede difundir estos datos claves de manera estratégica, sobre todo aquellos que pueden hacernos pensar dos veces en la relevancia del sector. Por ejemplo, ¿sabías que el 35% del oro extraído en Ghana – uno de los diez primeros productores del mundo – viene de la MAPE?

2. Destacar a las personas

La mayoría de la información disponible sobre el sector de la MAPE tiene que ver con asuntos técnicos, financieros y regulatorios. Este material denso – aunque esencial – puede transformarse en algo motivador si se presenta como una actividad que permita a personas ganarse la vida decentemente, respetando y cuidando del medio ambiente.

Nuestras series de “historias de cambio” encontraron y caracterizaron a mineros, proveedores y líderes de comunidades locales en Ghana (Ghana), Tanzania (Tanzania) y Madagascar (Madagascar). Ellos están transformando minas y canteras en micro y pequeñas empresas responsables, y trabajando juntos para enfrentar el impacto medioambiental de la minería. Estas historias muestran que las buenas prácticas que ya existen podrían – con el apoyo adecuado – darse en otros lugares también.

3. Enfrentrar las percepciones negativas de la MAPE

Los que trabajamos a un nivel internacional luchamos para lograr que el sector sea más sostenible. Sin embargo, la MAPE es por lo general percibida como una actividad indeseable en los países dónde se lleva a cabo. Las percepciones negativas frecuentemente crean barreras para el progreso, tanto en políticas como en prácticas.

Necesitamos estrategias de comunicación efectivas para evitar que las percepciones equivocadas entorpezcan el progreso a nivel nacional. Esto no puede hacerse desde Londres, Ginebra o Washington. Es importante trabajar con aliados nacionales que tengan influencia y credibilidad a nivel nacional y local, y puedan interactuar con críticos y escépticos en los espacios dónde se formulan las opiniones y decisiones de cada país.

En Ghana, trabajamos con los Amigos de la Nación (Friends of the Nation), en Tanzania, con Haki Madini, y en Madagascar con la GIZ. Aprendemos mucho de ellos y de sus redes de contactos, y nuestros programas de comunicación se ven enriquecidos.

4. No temer mencionar ejemplos de malas prácticas.

Proponemos un enfoque comunicacional basado en las buenas prácticas. Ya existe suficiente información sobre los problemas del sector, pero hay muy poco sobre los logros y las posibilidades de mejorar el desempeño de la MAPE.

Pero debemos ser equilibrados. Tenemos que admitir que existen innumerables casos dónde el sector ha tenido impactos nocivos, especialmente en el medio ambiente, salud y seguridad y bienestar de las comunidades. Apoyar al sector y enfocarnos en las buenas prácticas no significa que nuestras comunicaciones deban ignorar estos problemas.

Una lección más personal sobre cómo comunicar los logros de la MAPE fue la que recibimos de las mujeres mineras de piedras preciosas que conocimos en Tanzania (women gemstone miners we met in Tanzania). Ellas cumplen con los requerimientos del gobierno para los mineros de pequeña escala, generan puestos de trabajo y están comprometidas con una variedad de iniciativas responsables, pero a menudo terminan sus arduos días de trabajo decepcionadas. Rara vez encuentran piedras preciosas de la talla que genera grandes ganancias. Cuando les pregunté por qué continúan siendo mineras, todas me dijeron que lo hacen porque viven con esperanza. Su esperanza, explican, es que uno de estos días encuentren una piedra de gran tamaño que cambiará sus vidas para mejor. Me fui deseando que un poco de su perseverancia se me contagie. Si como comunicadores, podemos transmitir una parte de la determinación de esas mujeres, estaremos más próximos al éxito.

Gabriela Flores es especialista en comunicación para el desarrollo y Asociada Senior en IIED. Este blog fue originalmente publicado por el Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible. (originally posted) (Intergovernmental Forum on Mining, Minerals, Metals and Sustainable Development.)

 

 

 

 

 

 

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