Historias del territorio

Divaney Viveros, una mujer luchadora por una minería más equitativa con las mujeres de su comunidad

Divaney se levanta a las 4:00 de la mañana a preparar los alimentos que deja listos para su familia – sus dos hijos y su esposo – antes de salir para la boca mina.

Alrededor de las 8:00 de la manaña, Divaney, junto al grupo de mujeres seleccionadoras de la Asociación Asomuselupaz, llega al sitio de trabajo donde esperan el descargue por parte de los mineros en la boca mina para ellas iniciar su molienda, sin embargo, en medio de su espera, no siempre llegan los mineros con el material y, en muchas ocasiones, deben regresar a casa con las manos vacías. 

“Cuando no hay material, regresarnos otra vez a la casa, porque si no hay descargue entonces no hay trabajo para hacer,” explica Divaney. Al volver a casa, ella continúa con las labores del hogar y espera a su familia para compartir juntos los alimentos que ella con tanto amor prepara.

Ser mujer minera no siempre es fácil 

Divaney siempre tiene una sonrisa en su rostro. Es una mujer dulce, ama su trabajo y se considera luchadora y capaz; sin embargo advierte que ser mujer dedicada a la minería le trae desventajas.

“Ser mujer trae muchas desventajas porque  todavía hay mucho machismo, pero nosotras les hemos demostrado a los hombres que nosotras sí podemos, dice.” Explica que en el ejercicio de su labor, aunque le tome más tiempo que a los hombres cargar su material, igual lo hace y “por eso en el municipio de Suárez, Cauca hemos demostrado que las mujeres somos capaces de mucho,” añade.

 

Una asociación fundada por mujeres

 

Asomuselupaz, Asociación de Mujeres Seleccionadoras y Luchadoras por la Paz, se fundó en 2017 y está formada por 35 mujeres mineras del municipio de Suárez, en el departamento del Cauca, Colombia.  Se creó con el objetivo de visibilizar su trabajo, pasaron de ser “chatarreras”, como se las conocía al principio, a seleccionadoras de mineral y, día a día, siguen trabajando para ofrecer un futuro mejor a sus familias.

Uno de los aspectos más destacados de su proceso como asociación es que se han empoderado en su trabajo minero. Hoy se sienten orgullosas de desarrollar una minería con mejores prácticas, gracias a las capacitaciones que han recibido sobre género, salud y seguridad en el trabajo, comercialización, entre otros temas por parte de la Alianza por la Minería Responsable. Gracias a esto, han aprendido a conocer el precio que les deberían pagar por su mineral al ofrecerlo al mercado formal y a identificar la ley del oro. 

 

Las oportunidades que están por venir 

Asomuselupaz cuenta hoy con una planta de procesamiento que les permitirá procesar el mineral libre de mercurio, lo que implica tener un oro de mayor valor en el mercado, explica Divaney. 

“Esta planta representa uno de los logros y de las metas que nosotras nos planteamos a largo plazo, con la ayuda de  ARM, PNUD, y la alcaldía la tenemos en estos momentos aquí funcionando,” menciona Divaney al hablar de los beneficios que ésta trae para su comunidad.

 

Finalmente, esta mujer comparte un mensaje para las mujeres mineras de su municipio: “ Tienen  las puertas abiertas a la hora y al momento que quieran venir a procesar su material, aquí está la planta, estamos dispuestas a atenderlas. Esta planta es una manera de mejorar nuestra calidad de vida,” concluye,  porque entiende que al procesar el oro libre de mercurio, está contribuyendo a hacer una minería más responsable con  en el medio ambiente.

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