En una playa del litoral peruano, a mis cuatro años, recogía conchitas de la orilla del mar para hacer collares y pulseras, los cuales regalaba a amigos y familiares. Esto resultó ser mi primer contacto con la joyería, la cual se convertiría poco a poco en una pasión.

A mis 20 años, viajé a la Sierra de Perú a estudiar técnicas avanzadas de joyería con maestros artesanos, mientras hacía prácticas en el área de desarrollo social de un proyecto minero. Esta experiencia me ayudó a desarrollar una visión de los problemas que enfrenta un artesano, así como los impactos de una mina en su zona de influencia.

Tanto es así que, luego de estudiar Ingeniería Empresarial en la Universidad del Pacífico en Lima (carrera profesional que me desarrolló la visión por los negocios y el emprendimiento), y trabajar en diversas empresas e industrias en el área de desarrollo de proyectos de impacto social, decidí fundar Casa Collab.

Con esa visión de la cadena de valor joyera “de la mina al artesano” y el aprendizaje en la creación de modelos de impacto, Casa Collab es un laboratorio de diseño colaborativo para desarrollar joyería sostenible e innovadora. Desde el inicio, Casa Collab se constituyó como una empresa con un propósito de triple impacto: social, medioambiental y económico.

Queremos romper el molde, desarrollando joyería que impacta usando la co-creación como motor de valor compartido desde la organización minera al artesano y al cliente. Así, nos convertimos en la primera empresa en Sudamérica en certificarse como Empresa B en el rubro de joyería en el año 2018.

Esta certificación auditada por B Lab garantiza que la empresa sigue estándares de impacto a nivel de comunidad, medioambiente, gobernanza, proveedores, modelos de negocio inclusivos, clientes y colaboradores. Pertenecer a la comunidad de más de 2700 Empresas B a nivel mundial nos permite formar parte de una revolución de empresas que están transformando la manera de hacer negocios. Es dentro de este modelo de empresa que, Casa Collab comenzó como licenciataria Fairmined en el año 2016, mismo año de nuestra fundación.

En Perú, el problema de la informalidad abarca más del 70% de la fuerza laboral (El Comercio, 2018), lo que también se refleja en la minería, que en definitiva es un gran porcentaje. Este tipo de minería genera explotación de la mano de obra, depreda los ecosistemas naturales y no rinde cuentas al Estado. Después, estos metales entran al mercado y se comercializan comúnmente, haciendo difícil identificar qué oro pertenece al mercado ilegal.

Abastecerse de metales certificados Fairmined nos facilita tener un modelo transparente en la adquisición de metales, además de generar un impacto positivo en las comunidades de mineros y mineras artesanales de Perú, nuestro país de origen. Actualmente, Casa Collab trabaja con la organización minera Oro Puno, que extrae oro sin el uso de mercurio, y con la cooperativa CECOMIP, ambas ubicadas en Puno,- Perú.

Asimismo, la manufactura de Casa Collab es realizada por artesanos de distintas zonas de Perú, con quienes trabaja bajo la política de Comercio Justo, la cual busca remunerar el desarrollo de la joyería artesanal que trabaja con exigentes estándares del mercado, desarrollando capacitaciones y brindando apoyo en el desarrollo de cada artesano.

Siguiendo la línea al uso de materiales sostenibles, Casa Collab es el primer minorista de Sudamérica de diamantes carbono neutral de Diamond Foundry, empresa que produce diamantes sobre el suelo de América en California- Estados Unidos, usando energía solar.

Desde 2018, fuimos invitados a participar de la subasta a beneficio realizada en Nueva York por la ONG Pure Earth, que agrupa a diferentes joyeros a nivel mundial que usan metales preciosos sostenibles como el oro Fairmined. Los fondos recaudados por esta subasta se destinan a las comunidades más contaminadas por el uso de mercurio, las cuáles incluyen dos comunidades en Perú.

El diseño ha sido un contribuidor importante en la producción de bienes estéticamente bellos y que a su vez generan mayor consumo, sin embargo, hemos descuidado que, en un planeta de recursos limitados, el consumo debe ser circular. Debemos devolver lo que consumimos al planeta. Es por eso que Casa Collab usa una Política de Activación de producto, una garantía de por vida que permite mantener o re-diseñar las joyas que cada uno de sus clientes adquiere del estudio a costos muy bajos.

Nuestro propósito es devolverle al planeta todo lo que nos ha dado, como cuando las olas traían esas conchitas a mis pies de niña.

 

 


Autora:

Andrea José Castro (Peru, 1990) – Fundadora y presidenta de Casa Collab

Ingeniera Empresarial de la Universidad del Pacífico de Lima, Perú, y con un semestre en Regents College de Londres, Reino Unido. 

Desde niña encontró en la joyería una fascinación y recurría a elementos simples como conchas y mostacillas para crear sus propias piezas. A sus 20 años, aprendió técnicas de joyería con maestros artesanos de la Sierra de Perú. Sus diversas experiencias profesionales han sido enfocadas en sostenibilidad y gestión de proyectos de impacto, las cuales combina con su pasión por las nuevas tecnologías en joyería.

 

Fuentes

Alegría L. (2018), “Informality keeps dominating employement in Peru”, Diario El Comercio Perú.  https://elcomercio.pe/economia/peru/informalidad-sigue-dominando-creacion-peru-noticia-547252 (Accessed: January 2019).

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